15.12.08

Una nueva cuenta atrás

Lo sé, la cuenta atrás ha durado demasiado. El descanso casi parece haber sido infinito. Y no hay excusas que justifiquen mi larga ausencia. No voy a decir que han sido muchos los que me han animado a seguir escribiendo, pero algunos lo han hecho. He recibido gritos de ánimo y reproches bien merecidos. Reproches por mi falta de constancia, por mi dejadez, por mi marcha indefinida...

El caso es que he vuelto, sin tener muy clara la manera de llenar los vacíos de este blog, dubitativo ante la opción de continuar con mis desvaríos literarios (por llamarlos de alguna forma) o la siempre recurrente oportunidad de abrir esta azotea a nuevas experiencias.

Lo decidiré en los próximos días, mientras espero ansioso la llegada de Paula, viviendo de nuevo otra cuenta atrás.

4.7.08

La cuenta atrás

Quedan siete días, dos horas y treinta y dos minutos para bajar el telón. Sí, las ansiadas vacaciones están a la vuelta de la esquina. Y este año no sueño con grandes viajes a lo largo y ancho del mundo. Me conformo con empezar cada día del verano sin hacer uso del despertador. Con desayunar tranquilamente frente a la televisión mientras me entero de cómo está el mundo a través de algún canal todonoticias. Quién sabe si más tarde me apetecerá salir a la calle a comprar el periódico y el pan o si me decantaré por tumbarme en el sofá a deleitarme con la lectura de una buena novela. Tal vez sea el momento preciso para poner en funcionamiento el aire acondicionado, la mejor arma del hogar para sobrevivir a la guerra veraniega. Gran parte de mi tiempo lo ocuparán también ciertos proyectos de estudio que tengo entre manos. Por la tarde, cine en casa o piscina con amigos (se admiten invitaciones). Y de vez en cuando, escapada a la playa, a broncear la piel y remojar el cuerpo en el mar. La cervecita... Que nunca falte al mediodía. Ni por las noches, claro. Y a descansar, sin prisas, sin agobios, sin agendas apretadas, ni voces, ni ruidos, ni tensiones.

En fin, imagino que no es mal plan de verano para ningún mortal. Tal vez, cuando la tranquilidad se apodere de mi alma, el gusanillo viajero que habita en mi interior despierte de repente reclamando un poco de aventura. Será el momento de hacer las maletas para seguir disfrutando del verano de otra manera, siempre junto a Risueña, atentos a los reclamos de garbancit@, descubriendo mundo.

16.6.08

Creciendo

El tiempo pasa. Garbancit@ ha cumplido doce semanas y ya luce una esbelta figura.















Casi parece estar mirándonos desde ahí adentro.



Y mientras tanto sigue creciendo, creciendo, creciendo... La ilusión, también.

7.5.08

Más latidos

Sí, es él o es ella. Apenas tiene siete semanas de vida
pero su corazón ya late con más fuerza que un tren de mercancías. Mide un centímetro escaso, algo así como un garbanzo. Me cuesta imaginar cómo será cuando crezca, pero pensar que dentro de la barriguita de Risueña se abre paso una nueva vida resulta mucho más difícil de creer. Lo cierto es que garbancit@ (nombre provisional a la espera de futuros e inevitables acontecimientos) poco a poco se va convirtiendo en una personita. Dicen las enciclopedias que por el momento sigue siendo un embrión, pero que poco a poco va adoptando la forma humana. Ya puede apreciarse levemente la silueta de los dedos, los ojos, la nariz. Diría que casi puedo distinguir su sonrisa. Aunque, claro, esto último no es más que una afirmación arriesgada de un futuro padre que alucina por momentos. Puedo jurar incluso que en el instante de la ecografía creí ver su diminuta pero perfecta figura a través del monitor. Una simpática ginecóloga me corrigió y me hizo ver la realidad en la pantalla, garbancit@ no es más que eso: una pequeña legumbre sin sexo ni formas definidas. Así que paciencia, compañeros del mundoblog, todavía no sabemos si garbancit@ se parece más a la madre o al padre, pero os mantendremos informad@s. Su corazón, mientras tanto, sigue latiendo.

23.4.08

Latidos

Apenas eres nada y ya lo eres todo: una noticia que ha cambiado nuestras vidas, una montaña de alegría que se alza sobre cada uno de nosotros, una promesa, un reto, un camino por recorrer, una ilusión, una esperanza. Eres él o eres ella reinando un mundo repleto de colores.

Apenas eres nada y ya lo eres todo. Por eso me he convertido en una persona impaciente. Miro de vez en cuando el calendario, ansioso por que llegue el día en que pueda estrecharte entre mis brazos y se dibuje en mi rostro esa sonrisa de tonto que muchos ya dicen que exhibo, feliz por saber que vives mientras me haces vivir.